Diversos factores influyen en que una persona desarrolle celulitis: los genes, la grasa corporal, la edad y el grosor de la piel, entre otros.
La celulitis es un problema que padece más del 85% de las mujeres y, aunque suele manifestarse externamente, está originado por cuatro aspectos internos muy definidos, que conllevan ciertas consecuencias, como la formación excesiva de grasas que provoca el aumento del volumen corporal, la compresión de los vasos sanguíneos, que empeora la circulación; la retención de líquidos y toxinas formando nódulos y las fibras de colágeno que se endurecen provocando la aparición de la llamada piel de naranja.
Según Valerie Ermosilla, experta en tratamientos estéticos de los Laboratorios Galenic– Elancyl, existen diferentes tipos de celulitis como: la incrustada, que aparece en los brazos, las caderas, las nalgas y los muslos; la abdominal, localizada en el vientre y en la cintura. Otra es la infiltrada, que se extiende por el cuerpo. Este tipo de celulitis le roba a la piel su tonicidad.
Tratamiento
Existen muchos productos presentados en forma de crema que, aplicados diariamente, ayudan a mantener la piel hidratada.
Los elementos que componen estos productos, que se pueden conseguir en farmacias y centros de estética, ayudan a mejorar la circulación superficial de la piel, por tanto reducen la inflamación del tejido. “Con este tipo de productos, una dieta blanceada y ejercicios, se podrá evitar la aparición de celulitis”, dice Ermosilla.
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