¿Tiene algún plan para sobrevivir una catástrofe global capaz de erradicar la especie humana? ¿Quizás correr a la montaña más alta? ¿Comer cucarachas?
Pues ahora una empresa en Estados Unidos le ofrece la oportunidad de enfrentar cualquier apocalipsis en la más absoluta comodidad, a través de una red de refugios construidos a diez metros bajo tierra.
Eso sí, no se trata de la supervivencia del más fuerte, sino del más rico.
El futuro después del fin del mundo que propone la compañía Vivos estará en manos de aquellos que puedan darse el lujo de invertir US$50.000 en algo que quizás nunca usarán.
El precio por niño es US$25.000, pero las mascotas entran gratis.
Además de dinero, hay que pasar una prueba diseñada por la empresa que determina si el aspirante puede ofrecer una contribución significativa a la especie humana.
Preparados para 2012
A menos de mil días para que llegue el 21 de marzo de 2012, la fecha en la cual -según la profecía Maya- se acabará el mundo, Vivos corre contra reloj para construir en Estados Unidos los refugios subterráneos en un proyecto que se estima en US$200 millones.
La compañía asegura que inicialmente tendrá la capacidad para albergar a 4.000 personas en 20 refugios secretos e independientes que funcionan como fortalezas herméticas, pues están prácticamente blindados y diseñados para sobrevivir virtualmente a cualquier tipo de catástrofe.
La empresa señala que los refugios -ubicados a una distancia de entre 241 y 322 kilómetros de las ciudades- cuentan con todas las facilidades y equipos necesarios: alimentos, combustible, agua, ropa, suministros médicos, bibliotecas, gimnasio, teatros, salones de conferencias, además de su propio cuerpo de seguridad y hasta un área de detención.
Cada búnker tiene varios niveles y abarca 1.858 metros cuadrados.
En América Latina
Los refugios y sus ocupantes, según Vivos, conformarán una réplica moderna del Arca de Noé.
El fundador de la empresa, Robert Vicino, aseguró a través de un comunicado que quieren "tanta diversidad y habilidades como sea posible para que las comunidades puedan ayudarse unas a otras".
En este momento, Vivos estudia expandir su proyecto hacia América Central y América del Sur. Según le explicó Vicino a BBC Mundo, se requiere que 200 miembros estén en un radio de unos 241 kilómetros para poder costear cada refugio.
"Actualmente evaluamos lugares de gran altura cerca de los principales centros metropolitanos que han expresado mayor interés, entre ellos Brasil, Colombia, Chile y Argentina. En las últimas dos semanas hemos recibido cientos de solicitudes", afirmó.
Al comentarle que hay quienes cuestionarán su proyecto, Vicino respondió que "pensar que la historia no se repetirá o que la Tierra no experimentará catástrofes producidas por la naturaleza o por el hombre en el futuro, es un enfoque de mentes cerradas y muchos lo catalogarían como una postura rarísima y loca".
"Vivos no se trata de 2012, es una solución a largo plazo para la supervivencia comunitaria sea que se necesite en 2012, 2029 –cuando el asteroide Apophis (99942) se acerque a la Tierra– cuando o más adelante", le dijo Vicino a BBC Mundo.
Hasta ahora, más de 1.000 personas han enviado solicitudes con el fin de integrar la comunidad subterránea, sostiene la empresa.
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