Ya encaramada en la mata, la envejeciente dama, hace historia y hasta pelea con los vecinos, a quienes acusa de querer quitarle su tierra y comerse los limoncillos.
Juan Pablo Disla, un comunicador de Navarrete fue a la casa de la doña y le hizo una entrevista y para demostrar que era cierto, la anciana se encaramó, pero luego peleó con los reporteros y vecinos.
“Subo al árbol para vender el fruto, comprar mi café y arroz”, expresa la avanzada mujer en edad.
Para los vecinos, Chila es un ejemplo de supervivencia, un ser a imitar, porque evidencia que quiere seguir viviendo y no salir a las calles a pedir como se observa a muchas gentes con menos edad que ella, que se han convertido en pedigüeños, cuando pueden seguir siendo ente productivo en la sociedad.
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