El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, pidió este martes a la Organización de Estados Americanos (OEA) actuar con más energía y contundencia contra el gobierno de facto de Roberto Micheletti.Pidió al organismo internacional que ponga fin a las acciones represivas que escenifican las fuerzas policiales y militares apostadas en los alrededores de la embajada de Brasil, donde se encuentra junto a familiares y seguidores.
“Llamo a la Organización de Estados Americanos a que aplique la carta democrática de la OEA, inmediatamente”, expresó Zelaya, en una entrevista telefónica concedida a CNN.
“Que se busquen, como dice la carta democrática, las medidas necesarias para venir a proteger este pueblo que está siendo reprimido”, insistió.
Zelaya se quejó de la forma en que fue recibido por las fuerzas de Micheletti y expresó que “he venido a encontrarme que me responden con balazos, con bombas, con ataques, con agresión, con francotiradores, con diferentes métodos represivos”.
Las agencias internacionales de noticias reportaron que decenas de seguidores del derrocado presidente l Zelaya fueron desalojados este martes por la Policía de los alrededores de la embajada de Brasil con gases, balas de gomas y agua.
Asimismo, Zelaya denunció que está “en peligro” y que la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está refugiado, se encuentra “rodeada" y “prácticamente militarizada”, en declaraciones a la emisora colombiana Radio Caracol.
“Sabemos que estamos en peligro, han rodeado la embajada (...) se han tirado bombas lacrimógenas encima de la embajada, han sacado a gente a tiros”, comentó.
La capital hondureña vive un ambiente tenso desde que el lunes llegó por sorpresa el derrocado gobernante, 86 días después del golpe de Estado.
Zelaya fue expulsado del país el 28 de junio pasado por los militares y sustituido ese mismo día, por decisión del Parlamento, por Roberto Micheletti, entonces titular del Legislativo.
“Estamos en una lucha porque se restituya la democracia, la paz. Pedimos la colaboración a la comunidad internacional”, insistió Zelaya
Advirtió que el único “arreglo pacífico” posible en Honduras “solo se puede considerar respetando la voluntad del pueblo, que me eligió a mí como presidente”, subrayó.
“La sangre está corriendo” en Honduras “desde el día del golpe de Estado”, pero “esta batalla sabemos que tenemos que ganarla de cualquier manera”, precisó el derrocado gobernante.
Decenas de policías, apoyados por militares participaron en el desalojo, en el que los seguidores de Zelaya respondían lanzando piedras.
En tanto que el secretario general de la OEA, José Manuel Insulza, dijo este martes que no podrá viajar a Honduras debido a a las órdenes del Gobierno de Micheletti de cerrar los aeropuertos del país.
Estos hechos se producen en medio de un toque de queda dictado por las fuerzas golpistas, que se extendió hasta las seis de la tarde de hoy.
De su lado, el presidente brasileño, Luis Inacio Lula da Silva, pidió a su colega hondureño que no dé pretextos a los golpistas para invadir la embajada de Brasil en Tegucipalpa.
Zelaya llegó sigilosamente a la embajada brasileña en Tegucigalpa ayer lunes.
Lula afirmó que al permitir que el depuesto gobernante ingresara a su embajada, Brasil hizo lo que cualquier país democrático haría. Atribuyó a la solidaridad del pueblo hondureño su regreso.
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