A tan sólo 30 minutos de La Romana se encuentra Bayahíbe, una pequeña población de pescadores, donde se encuentranunas de las playas más bonitas del este: la playa de Bayahíbe y Dominicus, otra de las más populares de la zona.Desde ambas zarpan barcos, catamaranes y lanchas hacia las islas Saona y Catalina, donde los turistas podrán disfrutar de manglares, practicar buceo y otros deportes acuáticos.
Este pequeño pueblo está obteniendo reconocimiento como un destino turístico creciente y como un punto de referencia ambiental para la República Dominicana y el Caribe. Hay varios hoteles con todo incluido, tales como Viva Resort de la cadena Wyndham, El Catalonia, El Canoa, Coral de Milton y el recién inagurado Cadaques.
El pueblo posee muchos restaurantes de comida marina fresca, tiendas donde comprar trajes de baño o equipos marinos, coloridos refugios y algunos pequeños hoteles de pasada.
Los visitantes pueden mezclarse con los residentes rentando sus casas como invitados por un bajo costo la noche. Esta es una atracción especial para mochileros que utilizan el pueblo para explorar el Parque Nacional del Este con 172 millas cuadradas, conocido por sus 200 cuevas que datan de la época precolombina.
Los hoteles de Bayahíbe se han concienciado para preservar su ambiente. Se han agrupado para crear un área merecedora del Premio Green Globe, parte de un programa internacional que reconoce a organizaciones que hacen una significativa contribución al desarrollo sustentable.
Muy interesante
En Bayahíbe se conserva una de las más interesantes tradiciones marineras del Caribe: la regata anual de veleros de pesca artesanal.
El Sábado de Gloria es cuando se realiza esta actividad que cuenta con la presencia de todos los antiguos veleros de pesca que aún se conservan activos en el pueblo.
La regata cubre el trayecto entre la ensenada de Bayahíbe y la isla Catalina, resultando un auténtico espectáculo.
Recorrido cultural
En Bayahíbe podrás observar un importante yacimiento arqueológico fechado que carga cientos de años de historia, la antigua iglesia de la comunidad, fundada en 1925; la escuela Sagrado Corazón de Jesús de Bayahíbe y una visión de la flora costera autóctona, con el singular bosque de Pereskya quisqueyana conservado desde hace miles de años.
La presencia de grupos alfareros muy anteriores a los taínos han sido confirmados en La Punta de Bayahíbe.
Las fechas señalan que hacia el año 2000 antes de Cristo grupos recolectores llegaron al lugar y luego fueron sustituidos por pobladores que utilizaron la alfarería hacia el 1600 antes de Cristo.
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