Irrespeto. El espacio de recreación que lleva el nombre del padre de la Patria es irrespetado por visitantes nocturnos. |
Templo. Detrás de la iglesia que queda al frente la gente se orina. |
Santo Domingo.- La plaza Duarte o parque Duarte es un lugar de libre esparcimiento para el público en general, que además conlleva un gran valor histórico. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha convertido en escenario de acciones inmorales que cometen homosexuales, prostitutas y otras personas que atentan contra las buenas costumbres de la sociedad.
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez lo ha calificado “como un espacio donde prima todo tipo de insolencias y vulgaridades”, a pesar de que fue construido para honrar al forjador de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte.
El parque ha sido tomado por los llamados “jevitos” y “metálicos”, pero también por homosexuales y drogadictos que se sientan en el lugar a realizar diversos actos groseros.
Escenas de mal gusto
Entre las escenas más comunes están el consumo de drogas y el contacto físico entre parejas homosexuales, sin importar que los residentes de la zona los vean.Estos grupos son generalmente vistos hasta altas horas de la noche en el parque, sus alrededores o en algunos negocios ubicados en el entorno.
Lucen llamativas vestimentas cargadas de accesorios y en algunos casos estacionan sus vehículos cerca del área verde, donde contaminan el ambiente con ruidos y música a alto volumen.
Este ambiente depravado se da frente a niños, adultos y familias completas que visitan el parque para recrearse, pasar un rato ameno o para disfrutar la belleza del entorno.
Pero esos visitantes se llevan una mala impresión por lo que prevalece en el lugar, a pesar de ser el parque Duarte tan importante para la ciudad primada de América.
“Quienes más llaman la atención en el parque Duarte son las lesbianas y los gays que se sientan con sus parejas en los bancos del área a tomar bebidas alcohólicas, acariciarse y a compartir con otros de su preferencia sexual, sin cuidado alguno de los espectadores”, dijo una vecina.
Frente a la iglesia
El templo católico ubicado frente al parque no escapa a la agresión de ciertos visitantes. Algunos se orinan en la parte trasera de la iglesia y hasta allá también llevan sus actos inmorales.“Todos los días se juntan, más o menos después de las 10:00 de la noche, aunque en algunos fines de semanas vienen más temprano”, indicó un joven estudiante universitario que visita el parque con regularidad.
Moradores coinciden en que el lugar es un centro para fumar y hasta los árboles huelen a cigarrillo.
En cambio, los policías municipales, quienes custodian el lugar de 6:00 de la tarde a 2:00 de la madrugada, señalaron que tratan de mantener todo bajo control para evitar los pleitos y supervisar el volumen de la música.
Según ellos, “sacan a las personas que demuestran un comportamiento agresivo o desobediente”.
ACONTECIMIENTOS EN EL PARQUEEn la obra “Santo Domingo”, del historiador dominicano Luis Emilio Alemar, se destaca una cantidad de leyendas que rodeaban al parque Duarte. Una cuenta que en un árbol de esa plaza fueron ahorcados dos padres dominicos (Juan de Caravia y Juan de Illanes) “por los luteranos soldados ingleses del corsario Francis Drake en 1586”. También se decía que allí había sido ahorcada la cacique Anacaona “aunque históricamente está probado de que no fue así”.
Además de las leyendas, algunos hechos que sí ocurrieron allí son la lucha eleccionaria entre Duarte y los haitianos el 15 de julio de 1843; o su uso como Plaza de Toros en celebraciones de la Virgen del Rosario.
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