Algunos críticos sugieren que las modificaciones en el nuevo régimen deberían ser de fondo y no de forma, para que el cuatrienio venidero esté marcado por menos denuncias y sugerencias de corrupción y aprovechamiento de los puestos públicos.
Los entendidos creen que el presidente Fernández tendrá que hacer eso, para corregir si fuera posible, lo malo que pudiera atribuirse a la administración saliente y complacer a los partidos y grupos que le apoyaron durante la campaña electoral pasada.
Detrás del doctor Fernández y su candidatura cerraron filas muchos y diversos grupos de aliados, algunos de ellos con un menor interés por lograr cargos públicos, pero la mayor parte por compromisos políticos o por el disfrute de las “mieles del poder”.
Algunos de esos grupos no han disimulado su aspiración de tener mayor participación de la que han logrado hasta ahora en el régimen de Fernández, y otros alegan que su contribución al pase en primera vuelta, debería ser compensado con cargos.
Si se pensara que el gobernante tiene que complacer a la mayoría de los que aspiran obtener posiciones en la administración pública, tendría que notarse que las aspiraciones desbordan las posibilidades que tiene a manos Fernández. No caben tantos en el gobierno, sin tener que sacar a muchos otros.
La debacle ocurrida recientemente en la Cámara de Cuentas, le permitirá al gobernante contar con nueve posiciones para designar a igual número de partidarios y aspirantes, en el caso de que sea completa la sustitución del equipo destituido.
Que sean sustituidos todos los antiguos miembros de la Cámara de Cuentas parecería lo razonable y lo conveniente para el doctor Fernández, a juzgar por el repudio nacional que se motorizó contra esos ex miembros desde el Congreso Nacional.
Se espera que fiel a una cierta tradición, algunos de los nuevos miembros de la Cámara de Cuenta sean del PRD y del PRSC, en número relativo quizás al desempeño que las dos organizaciones tuvieron en las pasadas elecciones. El PLD conservaría la mayoría. La designación de perredeístas reconocidos sería un gesto de buena voluntad hacia ese partido.
Hay quienes creen que el presidente Fernández no estuvo de acuerdo con la manera en que se manejó el caso de la Cámara de Cuentas y por ello no acogió la solicitud pública y casi de urgencia que le hizo el senador Pared Pérez para nombrar a los nuevos miembros.
Partidos piden lo suyo
Los partidos que respaldaron al régimen de Fernández quisieran conseguir la mayor cantidad posible de puestos para sus dirigentes y se han reunido con el presidente Fernández para tratar ese tema, aunque las cosas han tenido un tono diplomático.La Alianza por la Democracia, que dirige el doctor Max Puig fue uno de los partidos que creció. Sus dirigentes esperan que el doctor Puig vuelva al Gabinete, del cual salió hace año y medio cuando dirigía la secretaría de Medio Ambiente.
Esa alta posición y la Oficina para los Fondos Europeos, que dirige el doctor Onofre Rojas, son los únicos puestos importantes que ha tenido la organización, cuyo caudal de votos en los comicios pasados fue una de las sorpresas de esas elecciones.
La Fuerza Nacional Progresista creció de modo consistente. En las próximas elecciones su número en la lista de la JCE será el 6. Logró más de 40 mil votos. No tiene representación en el Gabinete que no sea la secretaría sin Cartera que ostenta el doctor Marino Vinicio Castillo.
La campaña que hicieron los dos partidos APD y FNP fue de las más educativas, sin que en ninguno de los dos casos recurrieran a la llamada campaña sucia o campaña negativa que otras organizaciones emplearon.
El Partido Popular Cristiano, organización fuerte mayormente en la frontera Sur, creció y se espera que se le dé una participación mayor en el régimen. Su presidente, el ingeniero Peguero Méndez dirige el Instituto de Desarrollo del Suroeste.
Peguero Méndez estaría en el plan del doctor Fernández para presentarlo en el 2010, aliado al PLD, como candidato a senador por la provincia Independencia, que representó anteriormente como diputado, lo que le permitió dirigir la Cámara de Diputados.
El Bloque Institucional Social Demócrata, BIS, decreció. Su presidente José Francisco Peña Guaba ha dirigido durante los últimos años el INESPRE, organización quebrada, que en general se cree que ya cumplió su misión estabilizadora de precios.
LO MEJOR AL PRSC
Lo mejor de la porción en el reparto de cargos públicos estaría reservado para dirigentes del PRSC, que dieron un aporte importante para que el presidente Fernández ganara las elecciones.
La consolidación de ese partido en el régimen favorecería los planes de su reorganización.
Se dice que el presidente Fernández quisiera que en lugar de desaparecer en pequeñas facciones atomizadas, el PRSC recupere el sitial que tuvo como tercer partido de importancia y que, si fuera posible, luche con el PRD por el segundo lugar.
El presidente Fernández está advertido que la fortaleza de esa organización depende mucho de que se consolide. Al parecer se trataría de que ese partido pueda reorganizarse con un liderazgo común que se atribuiría al ingeniero Carlos Morales Troncoso, presidente de la Comisión Presidencial.
Morales Troncoso, quien ha sido el canciller de la República durante el presente cuatrienio, a quien se atribuye dinamizar la política exterior, cedería el puesto para la finalidad de ocuparse tiempo completo al PRSC y poder encaminar el esfuerzo, que muchos estiman muy arduo, de reunir los diversos grupos y tendencias en que está fraccionado ese partido.
Otros dirigentes del PRSC que apoyaron en la campaña al doctor Fernández aspiran a elevadas posiciones, que podrían en alguna manera ayudar al empleo de la militancia, que ha tenido únicamente algún respiro en la Liga Municipal Dominicana, en los ayuntamientos ganados en la elección del 2006 y en los pocos puestos públicos que dirigen reformistas.
Para conseguir algunos puestos de los que ahora están ocupados por sus partidarios, el presidente Fernández podría pensionar a algunos de los veteranos del PLD que están en elevadas posiciones, a fin de dar paso a otros partidarios más jóvenes.
Tendría que cuidarse de que en esos cambios no se vayan algunos de los que son considerados “viejos robles”, que tienen el aval de la experiencia, pero sobre todo de la honestidad que predicaba y practicaba el partido cuando lo dirigía el profesor Bosch.
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