viernes, 2 de enero de 2009

Los evangélicos aseguran que Dios bendecirá al país

El pastor Ezequiel Molina dirigió un mensaje en la Concentración Evangélica Nacional “Batalla de la Fe”, celebrada ayer en el Esatadio Olímpico ante miles de evangélicos.

SANTO DOMINGO.- Ante miles de evangélicos que abarrotaron el estadio olímpico, el pastor Ezequiel Molina proclamó que República Dominicana será bendecida por Dios durante el año 2009, sin embargo, alertó al Gobierno para que actúe con prudencia ante los reclamos de médicos, educadores y otros sectores que merecen una mejor calidad de vida.

Al dirigir el mensaje principal en la Concentración Evangélica Nacional “Batalla de la Fe”, Molina proclamó que “prudencia y sabiduría aplicada en el país sería conducir a la Suprema Corte de Justicia y a la Cámara de Cuentas y otros organismos gubernamentales a la sala de emergencia para una profiláxis profunda a fin de devolver la salud al país”.

Dijo que la Suprema Corte de Justicia es la responsable de lograr que los jueces cumplan el deber para el cual están llamados.

Al hacer una evaluación de la situación mundial y local, Molina ofreció una serie de consejos, y aunque aclaró que no es economista, dijo que sí es un observador de la realidad e intérprete de la misma. Sostuvo que aunque tres gobiernos nunca han hecho caso a sus consejos, en esta oportunidad pide a las autoridades rodearse de personas inteligentes, prudentes y valientes para gobernar el país.

Justos reclamos

Pidió por los médicos y otros profesionales que claman por mejores condiciones de vida, porque no es fácil, a su entender, “quemarse las pestañas durante cinco o seis años, para brindar un servicio y ganar chelitos”. “Exponer la vida de un agente policial en las calles de la ciudad, con un sueldo de cinco mil pesos, mientras funcionarios que trabajan dos o tres horas al día ganan cientos de miles de pesos y son custodiados por esos agentes, es una muy grave falta de prudencia. De igual manera, el no atender los justos reclamos de los profesionales de la medicina y la educación y de los conductores del transporte público”, predicó.

Molina enfocó sus palabras en la prudencia, como una forma de impedir “la debacle”, que puede tocar al país si no hay un gobierno previsor que, con gente valiente, inteligente y prudente sepa distinguir el momento de las vacas gordas, para prevenir el colapso a la hora de las vacas flacas.

Indicó que la crisis y la violencia son partes del cuerpo de una serpiente con la que se debe lidiar. “El no haber prestado la atención necesaria a estas verdades ha traído como resultado una época de crisis económica y de violencia como nunca antes”, proclamó.

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