SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Aventurarse a mar abierto en busca de un "mejor futuro” es un sueño que en la mayoría de las ocasiones se convierte en una pesadilla, que cada año cobra cientos de vidas a hombres y mujeres de países pobres que tratar de emigrar por cualquier medio a países de mayores niveles de desarrollo. Esta experiencia nada graficiante la vivió Pedro, un cubano residente en República Dominicana, y que salvó su vida gracias a lo que él asegura fue un presentimiento, una extraña corazonada.
Aún nervioso, Pedro (nombre ficticio de quien accedió a narrar su historia a Clave Digital bajo la condición de anonimato) asegura que lo único que lo detuvo de embarcarse en la yola que el pasado lunes zozobró en aguas del Mar Caribe, con 17 personas a bordo, fue "un mal presagio”.
“Tuve el presentimiento de que algo malo iba a pasar”, afirmó este joven de 30 años que desde hace un mes inicio las diligencias para llegar de manera ilegal a Puerto Rico, y así tener la posibilidad de viajar hacía Estados Unidos y beneficiarse de la prerrogativa que permite a los cubanos obtener fácilmente su estatus de residente legal en territorio norteamericano valiéndose del derecho de asilo político.
La cantidad de cubanos que utilizan a la República Dominicana como puente para alcanzar el “American Dream” es cada vez mayor.
Estadísticas publicadas en la página web de la Marina de Guerra señalan que en el 2006 unos 68 cubanos fueron detenidos en embarcaciones que trataron de ingresar de manera ilegal a territorio puertorriqueño, mientras que en el año 2007 esta cifra se elevó a unas 123 personas.
El día antes de la salida de la yola Pedro recibió el aviso, pero prefirió no ir basado en su corazonada. Le comunicó al esposo de una de las temerarias viajeras sus temores, pero éste no los tomó en cuenta. Hoy ella, junto a dos de sus tres hijos, forma parte de las 11 personas desaparecidas en el naufragio. Leer Mas
0 comentarios:
Publicar un comentario