El Gobierno advirtió ayer que utilizará la fuerza pública y al Ejército, si fuera necesario, para impedir cualquier suspensión en el expendio de combustibles en las estaciones afiliadas a la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolina (Anadegas). La advertencia fue formulada por el secretario de Industria y Comercio, licenciado Melanio Paredes, quien calificó de “desaprensivo, irracional y tremendista” el anuncio de los directivos de Anadegas advirtiendo que suspenderán la venta de combustibles a partir de mañana lunes.
“El Gobierno no permitirá que grupos y carteles influenciados por la coyuntura política que vive el país perturben el orden y desconozcan el derecho de los ciudadanos a realizar sus actividades cotidianas en libertad y normalidad”, dijo el licenciado Paredes.
Agregó que el Gobierno está en la obligación y el deber de garantizar el abastecimiento de combustibles a los diferentes sectores productivos y a los usuarios que tienen que llegar sin contratiempo a sus lugares de estudios y de trabajo.
El funcionario manifestó que el Gobierno garantizará el abastecimiento de combustibles, “no importa que para ello tengamos que recurrir a la fuerza pública si fuera necesario”.
Aclaró que “no nos hemos negado al diálogo. El viernes conversamos y oímos a los directivos de Anadegas; les prometimos estudiar su denuncia de que hay trasiego con el gasoil subsidiado, y les pedimos que participen en una comisión para esos fines”.
Paredes dijo que les prometió a los directivos de Anadegas participación en la comercialización del gas natural y de otros combustibles, y les fue concedido el permiso de operación de Petronan.
“Y aún así se destapan anunciando una huelga en lo que constituye una actitud desaprensiva y sospechosa”, reiteró el secretario de Industria y Comercio.
El licenciado Paredes dijo que el Gobierno ha sido sensible frente a las situaciones preocupantes que afectan a los sectores que menos pueden y les ha tendido su mano solidaria para atenuar los efectos que se producen en algunos precios, por ejemplo los alimentos, y que obedecen a factores externos y no manejables por las autoridades.
Expresó que al Gobierno “no le temblará el pulso para enfrentar las aventuras de algunos sectores que quieren aprovechar la situación política que vive el país para crear perturbaciones enarbolando demandas y exigencias a todas luces descabelladas y desproporcionadas”.
“Si en una medida a todas luces desaprensiva y de presión Anadegas se decide por la suspensión del expendio de combustibles en sus estaciones, usaremos al propio Ejército porque la sociedad entenderá que el Gobierno no puede permitir que sectores que actúan influenciados por la coyuntura política actual atenten contra los derechos de los ciudadanos y afecten la marcha del aparato productivo de la nación”, dijo.
Paredes señaló que en el Gobierno “queremos hacer extensiva esta advertencia a otros sectores del negocio del trasporte que creen que el Estado lo puede todo y que tiene que resolverle todo”.
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