SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Este miércoles se cumplen 164 años de la proclamación de la Independencia Nacional de la República Dominicana, hecho ocurrido un día como hoy, el 27 de febrero del año 1844.
Hasta ese momento el territorio que actualmente es República Dominicana estaba gobernado por las autoridades de Haití, que habían invadido la parte oriental de la isla La Española en el año 1822, luego del fracaso de la llamada independencia efímera dominicana proclamada por José Núñez de Cáceres.y otros nacionalistas.
La noche del 27 de febrero de 1844, según lo convenido por los revolucionarios separatistas dominicanos,iban congregándose poco a poco los grupos de patriotas en los alrededores del entonces centro de la ciudad de Santo Domingo.
La lucha armada revolucionaria, que no daría marcha atrás, comenzó simbólicamente con un disparo de trabuco al aire hecho por Ramón Matías Mella en la puerta de la Misericordia.
Este hecho, por un lado, despertó la chispa revolucionaria, y por el otro, hizo decidirse y compremeterse a los hasta ese momento indecisos respecto a la causa separatista.
Aunque Juan Pablo Duarte, líder de los independentistas, se encontraba fuera del país, la noche del martes 27 de febrero de 1844, fue proclamada y fundada la República Dominicana.
La proclama estuvo a cargo de Tomás Bobadilla, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Pueblo, Manuel Jiménez, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta, Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte, entre otros.
El siguiente paso fue comunicar a las autoridades haitianas, que ocupaban la parte oriental de la isla La Española, la "indestructible resolución de ser libres e independientes”, incluso a costa de vidas y bienes, y contra cualquier amenaza, si fuere preciso.
Así quedó fundada la República Dominicana, que ocupa 48 mil kilómetros cuadrados de la isla La Epañola, conocida también como La Hispaniola, o isla de Santo Domingo, y en época de los taínos Haití, que significa tierra alta. Al lado oeste de la isla está situadada la República de Haití.
Cada año, al conmemorarse la fundación de la República Dominicana, las autoridades y la población en general, recuerda con respeto y rinde honores a los forjadores de su patria, sobre todo a los reconocidos como los tres Padres de la Patria: Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez, cuyos restos están sepultados y son venerados en el Altar de la Patria, un pequeño mausoleo, especial, situado en el Parque Independencia de la ciudad de Santo Domingo, capital dominicana.
Himno de la República Dominicana
(Letra: Emilio Prud'Homme/Música: José Reyes. Fue escrito en el año 1883, y tocado por primera vez como Himno Nacional en el 1900).
Quisqueyanos valientes, alcemos Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos Nuestro invicto, glorioso pendón.
iSalve! el pueblo que, intrépido y fuerte.
A la guerra a morir se lanzó,
cuando en bélico reto de muerte sus cadenas de esclavo rompió.
Ningún pueblo ser libre merece si es esclavo, indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece que templó el heroísmo viril.
Mas Quisqueya la indómita y brava siempre altiva la frente alzará;
Que si fuere vil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.
Que si dolo y ardid la expusieron de un intruso señor al desdén,
Las Carreras ! a Beler!.. campos fueron que cubiertos de gloria se ven.
Que en la cima de heroíco baluarte, de los libres el verbo encarnó,
Donde el genio de Sánchez
y Duarte a ser libre o morir enseñó.
Y si pudo inconsulto caudillo
De esas glorias el brillo empañar, de la guerra se vió en Capotillo la bandera de fuego ondear.
Y el incendio que atónito deja
De Castilla al soberbio león,
De las playas gloriosas le aleja donde flota el cruzado pendón.
Compatriotas, mostremos erguida nuestra frente, orgullosos de hoy más;
Que Quisqueya será destruida pero sierva de nuevo, jamás!
Que es santuario de amor
cada pecho do la patria se siente vivir;
Y es su escudo invencible,
el derecho; y es su lema: ser libre o morir.
Libertad que aún se yergue serena
La victoria en su carro triunfal, y el clarín de la guerra aún resuena pregonando su gloria inmortal.
Libertad! Que los ecos se agiten mientras llenos de noble ansiedad nuestros campos de gloria repiten
Libertad ! Libertad ! Libertad!
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