Según testigos y una portavoz de la policía "la gente fue presa de pánico" y varias oficinas fueron evacuadas antes de enterarse de que se trataba de un simple e inocuo ejercicio para captar imágenes del avión frente a Nueva York.
En la operación participó uno de los Boeing 747 utilizados para transportar al presidente Barack Obama --en cuyo caso pasa a llamarse Air Force One-- escoltado por dos cazas F-16, precisó el Pentágono.
Obama permaneció en Washington el lunes y no se encontraba a bordo del aparato, aclararon las autoridades al rendir cuenta del incidente.
Los aviones sobrevolaron en círculo varias veces el río Hudson la mañana del lunes, cerca de la Estatua de la Libertad y frente al distrito financiero de Nueva York, donde tuvieron lugar los atentados del 11 de setiembre de 2001.
"El ejercicio no fue una emergencia y estaba coordinado de antemano con la Fuerza Aérea y las autoridades del Estado y la ciudad", aseguró el portavoz de la Administración Federal de la Aviación (FAA) Jim Peters.
"Supongo que la gente fue presa del pánico", comentó la portavoz de la policía al buscar una explicación a la reacción de los habitantes y la evacuación espontánea de varias oficinas en el sur de Manhattan.
Tomados por sorpresa, los neoyorquinos reaccionaron por lo general con disgusto. Desde el alcalde Michael Bloomberg hasta empleados de Wall Street, muchos manifestaron su indignación.
"Estoy furioso de que no me hayan avisado", dijo Bloomberg en declaraciones a la prensa. "Es ridículo y demuestra una total falta de sentido común" agregó.
Según el alcalde, "que el departamento de Defensa haya querido hacer esas tomas cerca del sitio de la catástrofe del World Trade Center desafía a la imaginación".
Jurgens Bauer, un operador financiero especializado en materias primas cuya oficina están situada cerca de la "zona cero" destruida por los atentados de 2001, manifestó su indignación tras la evacuación de su lugar de trabajo.
"¡Muy divertido, una sesión de fotos de la cual nadie estaba enterado!", comentó Bauer a la AFP. "Yo estaba aquí aquel 11 de setiembre --agregó furioso-- y ví morir a miles de personas. Me parece mal que hagan ejercicios así, sin avisar".
Horas después, la Casa Blanca se disculpó a través de un comunicado de su director de asuntos militares Louis Caldera.
"Aunque las autoridades federales dieron los pasos indicados para notificar a las autoridades estatales y locales en Nueva York, es claro que la misión generó confusión y graves trastornos. Me disculpo y asumo la responsabilidad por todos los problemas causados", dijo Caldera.
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