Santo Domingo.- La hija del presidente cubano Raúl Castro, Mariela Castro, recibió un chequeo médico anoche en la clínica Corazones Unidos de la capital, adonde llegó pasadas las diez de la noche y salió poco después de las once, aquejada de “catarro”, como ella misma dijo a periodistas de LISTÍN DIARIO.
La sobrina de Fidel Castro, quien en su país es directora del Centro de Educación Sexual, dijo a los reporteros a su salida de la emergencia del centro médico: “No es nada, es un catarro que tengo”.
Junto a ella estaban el embajador cubano en el país, Juan Astiasarán, y Gustavo Rojas Lara, asesor en materia de Salud del Poder Ejecutivo. Cuando detectaron la presencia de los periodistas trataron de agilizar la entrada a la yipeta de color negro y de marcharse, pero hubo el tiempo necesario para que la dama dijera “Soy yo, lo que tengo es un catarro”.
Minutos después se pudo indagar que Mariela Castro fue atendida para ver si se trataba de asma. El embajador cubano en el país y sus acompañantes declinaron hablar, pese a la insistencia del equipo de LISTÍN.
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