Nueva York.- Los bates de los Yanquis finalmente despertaron y la Serie Mundial está mano a mano. Jonrones solitarios de Mark Teixeira e Hideki Matsui ante Pedro Martínez condujeron ayer a Nueva York a una victoria 3-1 sobre los Filis de Filadelfia para igualar 1-1 el Clásico de Otoño.
A.J. Burnett superó al dominicano Martínez en un auténtico duelo de lanzadores en el que ambos cubrieron siete magistrales entradas.
Pero Burnett fue quien se anotó la victoria, su primero en el cuarto intento de la postemporada en su cuarto intento, todos este año.
El panameño Mariano Rivera sacó los seis últimos outs para apuntarse el rescate, su segundo consecutivo en el que lanza dos entradas.
Fue una noche agridulce para Martínez, el tres veces ganador del Cy Young y que a sus 38 años tuvo su segunda apertura de Serie Mundial. La otra salida fue en 2004, cuando con Boston se anotó la victoria en el tercer juego rumbo a una barrida sobre San Luis que le dio a los Medias Rojas su primer campeonato en 86 años.
Su recta de humo ya es cosa del pasado, pero Martínez ahora es un pitcher que saca sus outs mezclando a punta de viveza y mezclando sus lanzamientos. Fue lo que se vio en el Yankee Stadium y rápidamente silenció los abucheos de los aficionados locales que no olvidan que una vez fue protagonista de la acérrima rivalidad con los Medias Rojas.
Aguantó hasta la baja del séptimo tras recibir sencillos consecutivos sin outs, luego de ponchar a ocho con dos bases por boletos. Su labor terminó con 107 lanzamientos, permitiendo tres carreras y seis hits.
La tercera carrera de Nueva York, acreditada a Martínez, se produjo con un sencillo de Jorge Posada para traer a Brett Gardner.
Si Martínez estuvo eficaz, Burnett lanzó un decibel mejor al combinar su recta y bolas rompientes para despistar a los bateadores de Filadelfia.
El derecho recetó nueve ponches, tres de los mismos con Ryan Howard como víctima. Concedió dos boletos gratis, toleró cuatro hits y la única carrera que le fabricaron fue por un sencillo productor de Matt Stairs en el segundo, una línea a ras de piso que se fue al jardín izquierdo mordiendo el guante del tercera base Alex Rodríguez. Los Yanquis habían sido silenciados por completo en el primer juego por Cliff Lee al sucumbir 6-1.
Con el juego empatado 1-1 y dos outs en el sexto, Matsui estiró el bate para pescar una curva en cuenta de 1-2 y depositó la bola en la grada del bosque derecho.
Teixeira pegó el suyo por la misma dirección al abrir el cuarto frente a un cambio de velocidad de Martínez.
Los Yanquis alcanzaron así los 16 jonrones esta postemporada y con ello fijaron un récord de la franquicia.
Pero el bate de Nueva York que sigue sin hacerse sentir es el de Rodríguez, debutante en la Serie Mundial. Arrasador en las dos series de playoff previas, A-Rod está sin hits en ocho turnos, más seis ponches. Ahora, y tras un día de pausa, la serie se traslada a Filadelfia para el tercer juego el sábado con un duelo de zurdos en el montículo: Cole Hamels por los Filis ante Andy Pettite.
Rivera le sacó más lustre asu leyenda como el mejor relevista de postemporada en la historia. Ausente de los clásicos seis años, el derecho ahora acumula 38 rescates en playoffs y 10 en la Serie Mundial, ambas cifras récords históricos.
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