Santo Domingo.- Un hombre hirió de tres balazos a su esposa, de la cual estaba separado hace un mes, y luego se hizo un disparó en la cabeza con fines suicida, en un hecho que la Policía investiga.
Anoche Luisa María Suárez Frías, de 35 años, y Edanio García Gerardino, de 45, agonizaban en el hospital del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS). Un equipo de médicos intentaba mantener con vida a la pareja.
Nadie sabe a ciencia cierta la razón que llevó al hombre, propietario de un colmado y una banca de apuestas, a intentar quitar la vida a su mujer y luego darse un balazo. La pareja estaba separada desde hace alrededor de un mes. Sin embargo, vecinos y amigos de la pareja dijeron no encontrar una explicación, pues ellos llevaban una relación armoniosa e incluso, cuando se separaron, ella no cargó con nada ni exigió nada al marido.
El hecho ocurrió en la calle Higüey, callejón P, número 222, del sector Cristo Rey de la capital. En esa misma calle, pero más arriba está ubicado el colmado Danny de su propiedad. La dama reside en el referido callejón con sus padres y él en Buena Vista de Villa Mella.
Anoche se esperaba una ambulancia para sacar al hombre de la emergencia de ese hospital y trasladarlo al Hospital General Plaza de la Salud, donde le practicarían una tomografía, antes de ser sometido a una cirugía.
Versiones
Entre las versiones que circularon está una que da cuenta de que en los últimos días él lucía extraño. Ayer al mediodía a un familiar le había revelado de un viaje que hizo a San Juan de la Maguana para verse con una bruja.
La mujer le dijo que alguien ordenó un “trabajo” en su contra. Cuando retornaba a la capital, en un momento cerró los ojos y se sorprendió porque el vehículo “apareció” en el otro carril sin él precisar en qué instante hizo la maniobra.
Anoche la Policía recababa informaciones. Había ido a Cristo Rey, lugar donde sucedieron los hechos para recrear la situación y casi cerca de la medianoche todavía indagaban sobre las circunstancias.
Los médicos no quisieron hablar, pero había gran movimiento en la zona de emergencia. La familia de ambas partes lucían destrozadas por el dolor que produjo el hecho.
“Esa gente se separó, pero ellos no tenían problemas, no discutían, no había un sí o un no, él la iba a buscar a la universidad, ya usted sabe lo que eso significa”, dijo un primo de la mujer.
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