Tras la muerte de Jackson en junio la serie de espectáculos pasó a ser un “qué habría pasado si” y la cinta es parte de la respuesta, pues retrata los ensayos de los conciertos que ahora quedan para la historia como su último acto.
La película se estrena el martes de manera simultánea alrededor del mundo y su distribuidora, Sony, la ha protegido cual si fuera las joyas de la corona. Ningún crítico la ha visto completa.
Los reporteros de espectáculos sólo apreciaron 12 minutos de video la semana pasada antes de poder entrevistar a sus creadores.
Algunos calculan que el filme superaría los 31,1 millones de dólares el fin de semana de estreno y los 65,3 millones de la temporada en cines de “Hannah Montana & Miley Cyrus: Best of Both Worlds Concert”, la película de un concierto que ha registrado mayores ventas.
Algunos consideran que “This Is It” podría llegar a facturar 100 millones de dólares tan sólo en Estados Unidos, pero otros creen que podría ser mucho más, aunque no saben exactamente cuánto.
La película de Jackson no es precisamente un filme de conciertos ni un documental. “This Is It” no se parece a nada que se haya visto en los cines. Surge a unos meses de su fallecimiento, cuando los seguidores aún ansiaban cada noticia que salía sobre el artista.
El filme se creó con más de 1.000 horas de videos grabadas mientras Jackson ensayaba para sus conciertos las semanas previas a su muerte y es realmente el último retrato del artista que dominó las listas de popularidad en los años 1980, antes de retirarse a una vida aislada en medio de acusaciones de abuso infantil.
Sony, que pagó 60 millones por los derechos del filme, planea exhibirlo sólo por dos semanas, dándole al filme algo de la exclusividad de la serie de conciertos que Jackson tenía prevista en Londres.
“Nos parece que 16 días es lo correcto, es una especie de evento especial que se debe concretar de una forma especial”, dijo Rory Bruer, director de distribución de Sony. Si la película resulta ser muy popular, Sony podría prolongar su presentación, al igual que hizo Disney con la película de Cyrus, que en un principio sólo se iba proyectar una semana.
Las películas de conciertos han sido un género para públicos muy específicos y muy pocas han logrado tener un público perdurable en los cines o videos. Entre ellas se encuentra “Woodstock”, “Monterey Pop”, “Madonna: Truth or Dare”, “Gimme Shelter” y “Shine a Light” de los Rolling Stones, “The Last Waltz” de The Band, “Stop Making Sense” de Talking Heads y “U2: Rattle and Hum”.
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