Estimó que las ayudas gratuitas “son peligrosas, deben tener una compensación que haga que quien la reciba, dé algo a cambio”.
Afirmó además que los mecanismos de ayuda tienen que tener una referencia legal, una legislación que los regule.
Corripio hizo sus señalamientos al dictar una charla a la membresía de la Cámara de Comercio Domínico-Mexicana, en el hotel Jaragua, donde analizó la actual crisis financiera internacional y sus repercusiones en el país.
Planteó que tiene una opinión muy sui generis sobre lo que es una crisis, al estimar que ésta es una coyuntura en la que la mayor parte sale perjudicada y una minoría se beneficia, debido a que “fue esa minoría la que se preparó para los malos tiempos”.
Refirió que posiblemente el primer libro que analizó una crisis económica es el Viejo Testamento, cuando hace referencia a los “siete años de vacas flacas y siete años de vacas gordas”.
Opinó que en las épocas de abundancia es cuando se crean las distorsiones que generan las crisis, tanto en la sociedad como en las familias.
Estimó que a nivel internacional se han adoptado medidas que pueden conducir a una superación de la crisis, aunque advirtió que el miedo generado por ésta se ha superado con mayor rapidez, conduciendo a una voracidad en la adquisición de acciones que había perdido valor, porque mucha gente tiene temor de quedarse fuera del banquete.
Observó que esa situación, si no se adoptan las normas prudenciales adecuadas, podría dificultar la solución a los problemas reales que causaron la crisis.
En lo que se refiere al impacto de la crisis al interior de República Dominicana, Corripio estimó que se produjo un adecuado manejo de la crisis por parte de las autoridades, y destacó el hecho de que el valor del peso dominicano no se deteriorara.
Unió esa valoración a otra anterior relacionada con los incentivos y subsidios, al indicar que hay sectores que apuestan a una devaluación del peso.
Dijo que eso favorecería esos sectores pero perjudicaría a la mayor parte de la población, generando situaciones que pueden conducir a una “conmoción social”.
Al valorar las medidas adoptadas para enfrentar la crisis, una de cuyas principales repercusiones ha sido la disminución de los ingresos fiscales, Corripio Estrada opinó que enfrentar esa baja con endeudamiento también puede ser un paso peligroso, si esos recursos tomados como crédito no son utilizados en obras reproductivas.
Esto así, ya que de no utilizarse esos recursos en forma productiva se corre el riesgo de postergar las repercusiones de la crisis mundial en el país.
“Y cuando en otros países se esté saliendo de la crisis, nosotros podríamos estar entrando en ella, en peores condiciones”, advirtió.
Dijo que en el país hay otros problemas que por su cotidianidad no dejan de tener importancia, como es el caso de la corrupción, la seguridad, el problema eléctrico y la inmigración haitiana.
En el tema de la corrupción llamó la atención en el sentido de que para muchas personas el combate a ese flagelo “sólo se limite a sustituir a los corruptos”.
La intervención de Corripio forma parte del ciclo de actividades de la Cámara de Comercio Dominico Mexicana.
La actividad contó con la presencia del embajador de México, Enrique Leaeza.
Crisis y abundancia
El presidente del Grupo Corripio dijo que en la abundancia es cuando se fecundan las distorsiones que dan origen a las crisis tanto en las sociedades como en la familia, debido a que no se toman las previsiones de ahorrar y hacer inversiones productivas. Por ello recomendó que dentro de las soluciones que se han doptado, una de las cuales es el endeudamieto para cubrir el déficit fiscal, esos recursos se inviertan en obras reproductivas.
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