En tanto que el párroco de la iglesia Santa María Vianney, de Capotillo, Abraham Apolinario, señaló que en esa barriada hay puestos de compra de alambres de teléfono y eléctricos, que hacen sus operaciones a la vista de las autoridades policiales.
“Aquí en Capotillo hay dos o tres personas que compran alambres quemados y la Policía lo sabe, por tanto, el fiscal lo debe saber. Entonces, quien compra esos materiales está seguro de que son robados”, sostuvo el sacerdote.
Los habitantes de San Felipe critican que la vigilancia de los agentes de la Policía Nacional no cubra hasta la madrugada, que es cuando se producen los mayores actos de delincuencia.
Lucrecia Girón de la Cruz, quien habita en el sector La Sabana de San Felipe, narró que en solamente un mes los ladrones han dejado sin servicio telefónico a miles de hogares, desde la rotonda de Villa Villa Mella hasta Punta, con serios trastornos para los moradores en la zona.
Domingo Hernández, propietario del Colmado Domingo, en la calle 31, deploró el estado de inseguridad en que se desenvuelven, mientras la comunidad se siente desprotegida por quienes deben velar por la seguridad ciudadana. Miriam Gutiérrez indicó que en ocasiones se querellan en la Policía pero en la mayoría de los casos los agentes no pasan por el lugar, por lo que reclamó al jefe de la Policía que instruya a sus subalternos en esa área.
Las claves
1. Empresas afectadas
El robo de cables afecta a las empresas telefónicas Codetel y Tricom y la Empresa Distribuidorta de Electricidad del Este (Ede-Este).
2. En el Mamey
En El Mamey, camino Villa Mella- La Victoria, la práctica de robar alambres del tendido telefónico y eléctrico se ha incrementado en la medida en que han aumentado los apagones.
3. Unos tras otros
En solo un mes, en la zona se roban los cables telefónicos hasta cinco y seis veces.
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