SANTO DOMINGO.- Decenas de motoristas que transitaban por los elevados de las avenidas 27 de Febrero, John F. Kennedy y otras del Distrito Nacional fueron despojados de sus motocicletas durante un operativo realizado por agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET). “Es una medida del gobierno ya pasadas las elecciones, porque durante el proceso electoral uno le pasaba a los agente de AMET en su cara por los elevados y se hacían de la vista gorda”, sostuvo Juan Méndez, uno de los afectados por la medida, que también fue extendida a los motoristas que carecían de casco, matrícula, seguro, licencia y placa.
Conductores mostraron su inconformidad con la medida y la consideraron excesiva, porque a su juicio, debieron ponerles una multa o retenerle algún documento, pero no llevarles sus motocicletas.
“Eso es un abuso de poder porque la medida es solo con los civiles, ya que a los militares que se desplazan por los elevados ellos no les incautan el motor y si la ley es para todo el mundo, entonces hay que aplicársela a todo el mundo igual”, expresó Ramón Morales.
Varias personas que les incautaron las motocicletas en el elevado de la avenida Máximo Gómez manifestaron que con la medida solo se perjudica a los más pobres, quienes buscan el sustento de sus familias a costa de su vehículo. Sostuvieron que las autoridades competentes debieron poner alguna señalización en el lugar indicando que está prohibida la circulación de motocicletas por ese elevado.
Policías
Agentes de la AMET manifestaron que el operativo es para todos los infractores de la ley y que los motoristas que sean capturados transitando por los elevados serán castigados sin distinción, ya que su misión principal es hacer respetar la ley de tránsito.
Algunos motoristas que se desplazaban por los elevados al momento del operativo se devolvían en vía contraria al percatarse de la presencia de los agentes, lo que provocaba trastornos en el tránsito por esas vías y concitaba la atención de cientos de conductores y personas, quienes al observar las “acrobacias” de algunos motoristas definían la travesía como un peligroso entretenimiento.
A los motoristas que los agentes de AMET sorprendían transitando por los elevados les era retenida la motocicleta y trasladada al antiguo Canódromo.
Los agraviados antes de ir a retirar su motocicleta debían pasar por las oficinas administrativas de la AMET a pagar la infracción por violación a una disposición que impide el tránsito de esos vehículos por los elevados.
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