SANTO DOMINGO.- El juez de la Suprema Corte de Justicia Julio Ibarra Ríos descartó que miembros del tribunal rehuyan responsabilidades para conocer el recurso de inconstitucionalidad elevado contra el préstamo con la Sun Land y anunció que fijará su posición ante el pleno de ese tribunal cuando se reúna para conocer la demanda. Ibarra Ríos dijo que la agenda del tribunal la hace el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa. Estimó que hasta ahora el magistrado presidente ha entendido que hay casos más relevantes que el recurso de inconstitucionalidad contra el préstamo Sun Land elevado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el Foro Social Alternativo.
“Yo estoy preparado, mañana (hoy) que hay un pleno. Yo voy y emito mi opinión. A mí no me asusta ni me preocupa nada de eso”, destacó. Negó que el organismo haya fallado sobre el caso Sun Land, porque él participa en todos los plenos y en ninguno se ha conocido sobre ese particular. “Cuando nos reunimos es con una agenda. Esa agenda la confecciona el presidente de la Suprema Corte y en base a eso es que los jueces opinamos y fallamos en el pleno. Si el caso no está en la agenda es imposible que se conozca”, dijo.
Expresó que en el tribunal hay jueces que han asumido grandes responsabilidades en su vida pública y privada. Rechazó opinar en torno al caso porque tendría que inhibirse al momento en que el tribunal convoque para conocer el recurso. Ante la pregunta de que si un fallo antes de las elecciones influiría a favor o en contra de algún candidato presidencial, afirmó que “en las elecciones todo influye”.
Manifestó que para fallar sobre el caso es necesario tomar en cuenta lo que dicen la Constitución y las leyes. Sobre el artículo 37, acápite 13 de la Carta Magna que establece que el Congreso Nacional es quien sanciona los empréstitos contraídos por el Poder Ejecutivo, el magistrado explicó que ese dispositivo nació porque en el siglo XIX, en el gobierno de Ulises Heureaux (Lilís), había una gran cantidad de deuda clandestina del Estado.
“Se formó una compañía que se llamó Santo Domingo Improvent Company que adquirió toda la deuda y eso hizo que la aduana dominicana pasara a manos de los Estados Unidos. Entonces se reformó la Constitución señalando que para comprometer al país era necesario que esos empréstitos pasen por el Congreso Nacional y así se conseguía la publicidad”, indicó. Ibarra Ríos explicó que en esos años la República Dominicana era muy pobre.
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