La localización del objeto fue posible por la utilización de detectores de metales.
El componente del fusil M-16, un arma de guerra de alto poder de fuego, fue arrojado al mar con el fin manifiesto de desaparecer evidencia de la masacre de siete narcotraficantes durante la noche del 4 de agosto próximopasado en un inhóspito paraje de Baí, provincia de Peravia (Sur).
Los investigadores a cargo de la pesquisa auxiliandose de medios técnicos podrán determinar ahora cuantos disparos se hicieron, y quien los realizó.
El arma fue encontrada por las inmediaciones del Acuario Nacional, debido a que uno de los sospechosos confesó durante uno de los interogatorios que la parte del arma fue lanzada por esa zona del MarCaribe.
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