Ramírez se quedó admirando en el plato la trayectoria de su batazo contra Huston Street (0-1) en el décimo, creyendo que iba a ser un jonrón de tres carreras, pero la pelota se estrelló contra el muro del bosque central.
En el último año garantizado de su contrato de ocho años, Ramírez también empalmó otro imparable de dos bases para empatar la pizarra 2-2 en el sexto capítulo.
Una afición de 44,628 asistió al Tokio Dome, que por tercera vez en nueve años fue anfitrión del juego inaugural.
Con el partido empatado, Julio Lugo abrió el décimo inning con un sencillo al infield, Dustin Pedroia se sacrificó y David Ortiz recibió el boleto intencional, éste último con dos outs. Ramírez vino a batear y conectó a lo profundo del central, y pensó que el batazo iba a bañar la cerca. Mas
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