miércoles, 9 de abril de 2008
Protestas prenden alerta roja en Haití
Puerto Príncipe. Miles de personas salieron ayer nuevamente a las calles de Haití. Al menos ocho personas resultaron heridas de bala en nuevas manifestaciones en Puerto Príncipe contra el alto costo de vida, según fuentes hospitalarias.
Fuerzas de paz de la ONU dispararon proyectiles de caucho y gases lacrimógenos a una multitud que se congregó frente al palacio presidencial el martes en la segunda jornada de protestas por el aumento de los precios de alimentos.
Fritz Longchamp, jefe de gabinete del presidente René Preval, dijo que algunos manifestantes intentaban derribar los portones del palacio cuando arribaron los efectivos de la ONU e instalaron un perímetro de seguridad en torno del edificio.
Longchamp dijo que Preval trabajaba en la sede presidencial.
Según testigos, un fotógrafo haitiano fue herido y transportado a un hospital.
Los disturbios provocados por el aumento del costo de la vida comenzaron la semana pasada, con quemas de autos y el ataque a un cuartel policial en Les Cayes, en el sur del país. Por lo menos cinco personas murieron allí.
Las manifestaciones llegaron a la capital el lunes, cuando miles marcharon frente al palacio nacional al grito de “tenemos hambre''.
Las protestas se intensificaron el martes con barricadas en las calles y pedradas contra un mercado.
El aumento mundial de los precios de alimentos afecta de manera particular a Haití, donde el 80% de la población vive con menos de dos dólares diarios. El costo de alimentos básicos como arroz, frijoles, fruta y leche condensada aumentó 50% el año pasado, en tanto el de la pasta se ha duplicado.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU pidió el lunes donaciones para su trabajo en Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon advirtió la semana pasada que la crisis podría amenazar la frágil seguridad de Haití.
Peligro en la estabilidad
El jefe de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), Hédi Annabi, advirtió ayer que este masivo descontento popular puede socavar la estabilización del país caribeño.
El diplomático tunecino aseguró que la situación en la nación sigue "frágil", a pesar de la relativa estabilidad política y la reducción de la violencia lograda desde el año pasado.
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