El director general de Impuestos Internos, licenciado Juan Hernández, anunció ayer el inicio de un programa que busca instalar impresoras fiscales en los establecimientos comerciales de ventas de consumo masivo, con lo cual ese organismo aumentaría sus recaudaciones fiscales en unos 6,000 millones de pesos al año, en una primera etapa, y en más de 8,000 millones de pesos cuando se complete el programa.
En el encuentro con editores económicos, Hernández explicó que con la instalación de impresoras fiscales la DGII busca reducir la evasión en el pago del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) a un 22 por ciento, lo que implicaría una disminución de seis puntos porcentuales con relación a su actual nivel de 26 por ciento. Recordó que el nivel de evasión estaba en 46 por ciento en 2004.
Dijo que tras la promulgación del reglamento consensuado con el sector comercial para la instalación de las impresoras fiscales, a través del decreto 451-08 del Poder Ejecutivo, ya la DGII ordenó las primeras impresoras fiscales, que deberán llegar al país antes de finalizar el año. Dijo que se espera que para marzo las impresoras fiscales comiencen a funcionar en el Centro Cuesta Nacional y en el Grupo Ramos, y que inmediatamente se extenderá su aplicación a 16 grandes establecimientos comerciales del país, que representan el 60 por ciento de las ventas del comercio.
Explicó que en una segunda etapa se irá incorporando al resto de los establecimientos comerciales, por segmento.
Dijo que se asegurará abarcar a todos los establecimientos en cada segmento comercial, para garantizar la equidad en la aplicación del programa, a fin de evitar que entre competidores haya quienes queden fuera de este mecanismo de control de las ventas. Se estima que la inversión de la primera fase del proyecto es de unos 129.5 millones de pesos. Este valor incluye además los desarrollos necesarios para la implementación.
El establecimiento de las impresoras fiscales busca cerrar el círculo anti-evasión.
Se recuerda que como parte del plan anti-evasión de la DGII, ya se aplicó la Norma General 08-2004 que instituye como agentes de retención del ITBIS generado en las transacciones a través de tarjeta de crédito o tarjeta de débito, a las Compañías de Adquirencia y el Reglamento de Comprobantes fiscales que regula la emisión de facturas.
Luego también se implementó el Reglamento de Comprobantes Fiscales, que aplica para las ventas para Consumo Intermedio.
Es decir, los controles relacionados con los comprobantes fiscales están diseñados para reducir la evasión fundamentalmente en las actividades económicas que venden a consumidores intermedios u otros contribuyentes que usan y reportan dichos comprobantes como gastos o sustento de créditos de ITBIS. Faltaba el control de las ventas a consumidores finales con efectivo, esto es el 46.6%. Eso es lo que se conseguiría con las impresoras fiscales.
Las claves
1. Etapa I:
La “tienda” envía facturas de acuerdo a un formato preestablecido por los reglamentos y normas impositivas
2. Etapa II
La impresora fiscal captura los datos de la factura y los graba en el dispositivo de almacenamiento que forma parte de ella. Esta etapa incluye la operación de las Rutinas de operación de la impresora fiscal y de extracción de los datos del dispositivo para crear el libro de ventas.
3. Etapa III
Los datos son recibidos en el host de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
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