viernes, 26 de septiembre de 2008
Un periódico pagará US$44.000 a Alejandro Sanz por llamarle gay
El periódico español El Mundo tendrá que pagarle a Alejandro Sanz el equivalente a 44 mil dólares por haberle achacado una relación homosexual falsa.El cantante demando a la editora del Mundo porque un artículo atentaba a su honor cuando se le atribuyó un romance con un empresario de la moda. Eso implicaba acusarlo de homosexual y además se le calificaba como “aventurero del sexo”.
El tribunal señala que no es correcto efectuar suposiciones sobre la vida privada de la persona y más porque hasta en el artículo mencionan que Alejandro siempre ha guardado celosamente su vida privada.La sentencia se publicará integramente en el periódico pero ¿no es un poco extremo? son figuras públicas y aunque traten de guardar sus devaneos, siempre se especulará. Además indignarse tanto porque lo califiquen de homosexual parece indicador de homofobia.
Si no lo es, pues ¿qué más dan los rumores?El alto tribunal desestimó así un recurso que presentó Sanz contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que había considerado en 2001 que los personajes públicos han de soportar el derecho a la crítica y que el artículo reflejaba el “sentir general de la calle”.Con esa sentencia, la Audiencia Provincial revocó la que había dictado sobre el caso un juzgado de Madrid, que en 1999 reconoció el derecho de Sanz a ser indemnizado al apreciar una intromisión ilegítima en su derecho al honor.
El cantante demandó a Unidad Editorial, editora de El Mundo, por entender que un artículo publicado “atentaba a su honor por atribuírsele romance con un empresario de la moda, lo que implicaba acusarle de la condición de homosexual y porque, entre otras cosas, se le califica como ‘aventurero del sexo’”.
El Tribunal Supremo, que condena ahora a la editorial, al director del diario y a la periodista Carmen Rigalt, señala que “con independencia de la aceptación social de la homosexualidad, cosa que no es objeto de discusión”, no es lícito, como señala la doctrina del Tribunal Constitucional, “efectuar suposiciones sobre la vida privada de una persona”.
Además, recuerda el alto tribunal, en el propio artículo periodístico se afirma que Sanz ha querido siempre proteger su vida privada, lo que “está en su derecho de hacer, con independencia de la evidente proyección pública en el ámbito de su profesión”.
El Supremo concluye que algunas expresiones que contiene el artículo produjeron una verdadera lesión del derecho al honor de Alejandro Sanz y que la libertad de información de los periodistas demandados “no es ilimitada”.Además de la indemnización, el Supremo ordena la publicación íntegra de la sentencia en “El Mundo”.
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