jueves, 4 de septiembre de 2008

Puente en el río Ocoa colapsó por lluvias provocó tormenta

El puente que comunica a Ocoa con diferentes localidades perdió alrededor de 100 metros de su aproche del lado oeste.
SAN JOSÉ DE OCOA.- Los daños que sufrió el puente sobre el río Ocoa de esta provincia a causa de los intensos aguaceros que trajo el huracán Hanna, dejaron varadas en los predios agrícolas las cosechas de cebolla, papa, tomate, zanahoria, ajo, ajíes, repollo, habichuela y otros productos que habían sido segados y estaban listos para ser sacados a los mercados.

Las continuas precipitaciones provocaron también deslizamientos en la carretera San Cristóbal-Baní y mantienen anegados más de una decena de barrios ubicados en las provincias Ocoa y San Cristóbal.

Mélido Alcántara informó que los productores de Sabana Larga, La Ciénaga, La Horma, Rancho Arriba, Nizao, Naranjal, Palo de Caja y otras comunidades productivas de Ocoa, perderán unos RD$40 millones porque no tienen alternativa para sacar sus cosechas a los mercados como tenían previsto, ya que no hay paso.

El puente que comunica estas localidades con el municipio cabecera perdió alrededor de 100 metros de su aproche o cabecera del lado oeste, mientras el río sigue desbordado y penetrando más hacia zonas habitadas. Este puente también comunica con los municipios de Constanza y Rancho Arriba.

“A ese puente lo que le hicieron fue un aguaje luego de que las inundaciones de Noel causaran los mismos daños. El día antes de las elecciones las autoridades vinieron aquí y dieron el primer picazo para iniciar la obra y todavía no se han presentado a iniciar los trabajos”, dijo Alcántara.

Esta provincia aún no se ha recuperado de las inundaciones y deslizamientos que provocaron las tormentas Noel y Olga a finales del año pasado, cuando una cantidad considerable de sus habitantes están amenazados de sufrir inundaciones y deslizamientos de tierra. Las inundaciones no sólo han afectado la agricultura, sino los barrios ubicados en las “faldas” de las montañas, donde ríos, cañadas y arroyos penetraron arrasando con todo a su paso.

En los barrios San Rafael y San Francisco, el arroyo La Sabana y la cañada Guachupita anegaron unas 70 viviendas obligando a igual número de familias a buscar refugios seguros, mientras el río Ocoa alcanzó la orilla de la carretera del barrio San Luis, donde los lugareños han montado guardia. Las familias desplazadas se encuentran en el multiuso, así como en casas de familiares y amigos.

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