LUISIANA, Estados Unidos.- Casi dos millones de personas han abandonado sus hogares en el sur de Luisiana ante la inminente llegada del huracán de categoría tres Gustav, precedido por lluvias torrenciales y fuertes vientos que ya barren una amplia franja de la costa.
La policía estatal de Luisiana ha informado de que el 95% de las dos millones de personas en las zonas costeras del sur del estado habían sido evacuadas. En Nueva Orleans quedaban esta mañana solo 10.000 de los 240.000 habitantes, mientras que unidades de la Guardia Nacional de Luisiana y de la policía patrullaban las calles desérticas para impedir los saqueos, según informa la policía.
Éxodo masivo
Este éxodo masivo es descrito por los medios de comunicación como la más extensa evacuación de la historia americana e incluye el cierre de las instalaciones petrolíferas de esta región del golfo de México, que concentra un cuarto de la producción de bruto de los Estados Unidos.
"El radar indica que parte de la tormenta ya está sobre el delta del Misisipí y progresa hacia Nueva Orleans", ha declarado a AFP la meteoróloga del Centro Nacional de Huracanes (NHC) Patricia Wallace. A las seis de la mañana (las ocho, en horario peninsular español) el ojo del ciclón se localizaba a 275 km al sureste de Nueva Orleans y se desplazaba hacia el noroeste a 26 km/h.
Radio de 350 km
El huracán se arremolina sobre una amplia superficie, con ráfagas de viento de la fuerza de una tormenta tropical extendiéndose en un radio de 350 kilómetros, según el NHC.
El Gustav permanece como un huracán de categoría 3 sobre una escala de 5, con vientos de 185 km/h. Los especialistas prevén un ligero aumento de intensidad antes de su paso por la costa, pero se espera que no aumente de categoría para el resto de su itinerario sobre el golfo de México.
Los habitantes de la capital de Nueva Orleans, Baton Rouge, y de otras ciudades del interior de este estado, ya han recibido información sobre posibles tornados locales y sus posibles efectos. Una marea de coches que huían de la ciudad invadía ayer las autopistas.
Ciudad fantasma
Nueva Orleans es desde ayer una "ciudad fantasma", según su alcalde, Ray Nagin. Los servicios de asistencia civil y militar permanecen en alerta y la coordinación entre autoridades locales y federales, que se echó a faltar con el Katrina, se ha intensificado en las últimas horas.
Nagin había pedido la evacuación total de la población ante la amenaza de lo que calificó como la "tormenta del siglo" y de una catástrofe de consecuencias más devastadoras que las causadas en el 2005. Unas 1.800 personas murieron en Luisiana y en los estados vecinos a causa del Katrina.
El alcalde ha anunciado también un amplio dispositivo de seguridad y ha informado de que los ladrones irían " directamente" a la prisión. Si el Gustav pasa a la categoría 4 puede causar una subida de las aguas que sumergiría de nuevo Nueva Orleans.
La convención republicana, a expensas del ciclón
Por otra parte, la mayoría de los actos de la convención republicana que debía comenzar hoy en Saint Paul (Minnesota) se han suspendido a causa del ciclón. El candidato republicano a la presidencia, John McCain, el presidente de EEUU George W. Bush y otros personajes clave del partido se han desplazado a la zona para seguir las operaciones de emergencia.
Bush ya se encuentra en Tejas para supervisar la coordinación de las operaciones de ayuda. La mala gestión de la Administración Bush en el Katrina representó un gran desgaste político para el mandatario.
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