Así lo dejó claro el presidente de la organización, Juan Ignacio Espaillat, quien expresó que desde hace mucho tiempo algunas estaciones cargan un porcentaje sobre la venta de combustible pagada con tarjeta, lo que, según el empresario, se explica en que el reembolso de los comprobantes no llega a tiempo.
Sin embargo, en esta oportunidad la razón principal radica en el incremento desmedido de los costos operacionales, principalmente por nómina, electricidad, combustibles, seguridad social y el pago de vigilancia adicional para resguardar los negocios de la delincuencia.
Según explicó, otro elemento está relacionado en que por cada transacción los bancos también cargan un porcentaje a su favor a lo que debe sumársele el costo de la llamada.
Sostuvo que esta situación es insostenible, por lo que desde el 17 de agosto se estarán tomando las medidas correspondientes para decidir si aceptar o no tarjetas en la venta de combustibles o si formalmente se aplicará un cargo por venta a través de este medio de pago.
Señaló que el 4.9% de las ventas de las estaciones es con tarjetas de crédito, pero que el 2%, o sea la mitad de ese porcentaje, se va en costos. Ante esta situación, indicó, los dueños de estaciones se verán obligados a aplicar cargos cada vez que alguien pague con tarjeta su consumo de combustible.
Ante el cuestionamiento de que si las estaciones ya lo están cobrando, Espaillat dijo que formalmente la Anadegas no lo ha decidido, aunque admitió que desde hace mucho tiempo hay estaciones que lo hacen. “En estos casos -dijo- los negocios tienen avisos donde especifican lo que cobran cuando el pago se realiza con tarjetas de crédito.
Al momento de ofrecer esta entrevista, el presidente de Anadegas se encontraba en Plaza de la Salud atendiendo a una de sus hijas que pasado el mediodía de ayer fue asaltada al llegar a su casa de Arroyo Hondo. Ante esta situación de inseguridad ciudadana, pidió que se combata a la delincuencia con más seriedad y con real sentido de protección a los ciudadanos.
Afirmó que en varias oportunidades se ha dirigido al jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, a quien le ha expuesto la inseguridad con la cual trabajan los propietarios de estaciones que laboran 24 horas, pero dijo que no ha recibido una respuesta convincente de que se hará un trabajo serio al respecto.
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