El primer análisis exhaustivo de los ciclos de vida completos del biodiesel de soja y del etanol de maíz, muestra que el biodiesel tiene mucho menos impacto en el ambiente y un beneficio neto de energía más alto que el etanol de maíz.
Los investigadores de la Universidad de Minnesota rastrearon toda la energía usada para el cultivo de maíz y soja, y para convertir las cosechas en biocombustibles.
También contabilizaron cuánto fertilizante y pesticidas requirieron el maíz y la soja, y qué cantidad de gases de invernadero y de nitrógeno, fósforo, y contaminantes de pesticidas liberó cada uno en el medio ambiente.
"Cuantificar los beneficios y costos de los biocombustibles a lo largo de sus ciclos de vida no sólo nos permite hoy tomar las decisiones correctas sino también identificar mejores biocombustibles para el futuro", indica Jason Hill, principal autor del estudio, e investigador en el departamento de ecología y evolución.
El estudio mostró que los dos, el etanol de grano de maíz y el biodiesel de soja, producen más energía de la que se necesita para cultivarlos y convertirlos en biocombustibles.
Este hallazgo refuta otros estudios que aseguran que estos biocombustibles requieren más energía para su producción que la que proporcionan.
La cantidad de energía que cada uno retorna difiere grandemente, sin embargo.
El biodiesel de soja devuelve un 93% más energía que la usada para producirlo, mientras el etanol de grano de maíz actualmente proporciona sólo un 25% más energía que la invertida en su producción.
Sin embargo, los investigadores advierten que ningún biocombustible puede llegar realmente a satisfacer la creciente ola de demanda para las alternativas al petróleo.
Por ejemplo, dedicando toda la producción actual de maíz y soja de Estados Unidos a los biocombustibles, sólo se cubriría el 12% de la demanda de gasolina y el 6% de demanda de diesel.
Entretanto, el crecimiento de la población global aumentará la demanda del maíz y la soja para alimentación, aumentando también el precio de los mismos.
Hasta los grandes productores de maíz reconocen hoy en día que no hay capacidad de producción suficiente como para reemplazar la gasolina que seguirá siendo el combustible para automóviles.
Impactos medioambientales
Los autores han mostrado que los impactos medioambientales de los dos biocombustibles también difieren. El biodiesel de soja produce un 41% menos emisiones de gases de invernadero que el combustible diesel. El etanol de grano de maíz produce un 12% menos emisiones de gases de invernadero que la gasolina.
La soja tiene otra ventaja medioambiental sobre el maíz, porque requiere mucho menos fertilizante nitrogenado y pesticidas, que se filtran en aguas subterráneas, arroyos, ríos y océanos. Estos productos químicos agrícolas contaminan el agua potable, y el nitrógeno disminuye la biodiversidad en los ecosistemas globales.
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