Una comisión de la armada norteamericana informó a la madre del soldado Alex Ramón Jiménez Durán que los restos de éste aparecieron el sábado y fueron identificados como suyos. María Durán dijo que tenía la esperanza de que su vástago apareciera vivo. NUEVA YORK. “¡Ay, mi hijo está muerto, mataron a mi hijo!” Fue esa la reacción de María Durán una madre dominicana que ayer recibió la noticia de que su vástago, un miembro del ejército estadounidense que desapareció en Irak el 12 de mayo de 2007 junto a otros dos compañeros, fue encontrado muerto.
En medio del llanto, la mujer escuchó a la comisión que dio las explicaciones sobre la identificación de los restos de su hijo, lo que se produjo el sábado. Alex Jiménez Durán había sido enviado al país árabe como parte de las fuerzas que iniciaron la guerra en el año 2003.
“Nunca pensé que estuviera muerto y siempre mantuve la esperanza de que regresaría sano y salvo al seno de su familia”, expresó María Durán, que permaneció un año y dos meses bajo un estado de intensa angustia. Los restos serán trasladados a Nueva York dentro de 10 días.
La familia de Alex, quien nació en un hospital de Queens, de padres dominicanos, ha atravesado por un verdadero vía crucis desde que se dio a conocer su desaparición.
Desde entonces su madre mantenía un altar en el hogar, con una fotografía del vástago, flores y velones, rezaba pidiendo a Dios el regreso de su hijo.
La viuda, Yaderlin, vive en Pennsylvania, pero no fue posible contactarla.
El día cuatro los progenitores del soldado fueron recibidos en la Casa Blanca.
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