Clinton, considerada una vez la nominada inevitable de los demócratas hasta que Obama le superó en las primarias, elogió a su antiguo rival por su "gracia y su tenacidad" y dijo que el candidato republicano John McCain probablemente había esperado que los dos demócratas no se unificasen para los comicios de noviembre.
Un día después de presentar a Obama a algunos de sus más poderosos partidarios financieros, Clinton alentó a sus seguidores a sumarse a los de su otrora rival "para crear una fuerza imparable por un cambio en el que todos podamos creer", y llamó a quienes la apoyaron a no votar por los republicanos.
"Para quienes votaron por mí y ahora están considerando no votar o votar por el senador McCain, yo les exhorto seriamente a reconsiderar sus posiciones", dijo Clinton.
La comparecencia se realizó en una población con el sugestivo nombre de Unity (Unidad), Nueva Hampshire, y tuvo como objetivo presentar un nuevo frente unido del Partido Demócrata con vistas a los comicios generales.
Obama, que se ha concentrado en atraer a los votantes de Clinton, elogió a la senadora y su esposa, el ex presidente Bill Clinton, como aliados y pilares del partido Demócrata.
"Les necesitamos, les necesitamos mucho", dijo Obama. "No solamente mi campaña, sino el pueblo estadounidense, que necesita su servicio y su visión y su sabiduría en los próximos meses y años, porque es así que vamos a traer unidad al Partido Demócrata. Y es así como vamos a traer unidad a Estados Unidos".
¼u0090ste es el evento más visible en una serie de gestos que ambos senadores han hecho en la pasada semana para sanar las asperezas — entre ellos y entre sus partidarios — dejadas por la acalorada contienda por la nominación demócrata. Ambos están conscientes de la necesidad de que el partido en pleno dé su apoyo a Obama en la batalla con McCain, un veterano senador a quien presentan como una continuación de la impopular presidencia de George W. Bush.
Los problemas a los que ambos candidatos se tendrán que enfrentar empeoraron el jueves. Los mercados bursátiles descendieron a su nivel más bajo en casi dos años a medida que el precio del petróleo subía a un nuevo récord. En Irak surgió un nuevo brote de violencia, que se cobró la vida de tres soldados estadounidenses, desafiando la aserción de McCain de que la guerra va mejor.
Los graves acontecimientos podrían beneficiar a Obama, que ha descrito una presidencia de McCain como una extensión de la presidencia de Bush y sus impopulares medidas. Los demócratas, sin embargo, usaron las noticias del jueves para centrar la atención en la seriedad de los problemas que heredaría Obama como el primer presidente afroestadounidense.
El desafío para McCain, que tiene previsto hablar en una planta de la Corporación General Motors en Ohio, ha sido mostrar que se ha distanciado lo suficiente de la política de Bush.
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