El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pronuncia un discurso sobre seguridad nacional en el edificio del Archivo Nacional, en Washington. |
Washington.- El presidente Barack Obama defendió ayer jueves su decisión de cerrar la cárcel de Guantánamo, y afirmó que algunos de los detenidos allá serán trasladados a reclusorios de máxima seguridad en Estados Unidos a pesar de la oposición de muchos congresistas.
En un discurso, el presidente reafirmó enérgicamente su decisión de cerrar la cárcel militar que calificó de “embrollo”, y dijo que no hará nada que ponga en peligro al pueblo estadounidense.
Por su parte, el ex vicepresidente Dick Cheney defendió la política de seguridad nacional del gobierno de George W. Bush, diciendo que se basaba en la decisión de no olvidar el terrible daño causado por los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.
El gobierno también anunció ayer jueves que 48 detenidos en Guantánamo están esperando ser transferidos a otros países.
Los reclusos forman parte de un grupo de 50 detenidos cuyos casos ya han sido revisados, explicó Obama.
Estos serían los primeros en ser enviados a otras naciones bajo el nuevo plan del mandatario de vaciar la prisión cubana sin transferir a todos los presos a otras cárceles de Estados Unidos.
Dos detenidos del grupo han sido enviados a Gran Bretaña y Francia desde enero, dijeron varios funcionarios.
En un discurso en un salón de los Archivos Nacionales, el presidente defendió el cierre del centro de detención a principios del año que viene y describió a los 50 reos como prisioneros que “pueden ser transferidos de manera segura a otros países”.
“Mi gobierno está en conversaciones con otros países sobre la transferencia de detenidos”, señaló el mandatario. Agregó que en esas naciones permanecerían encarcelados y sometidos a programas de rehabilitación.
Fuentes mili tares describieron a estos detenidos el jueves como poco peligrosos y con poca información secreta que ofrecer. Otros serán trans feridos debido a una orden judicial o porque no existen pruebas contra ellos. Se desconoce cuándo podrían ser trasladados.
El gobierno estadounidense lleva negociando durante meses el traslado de algunos detenidos con países como Yemen o Arabía Saudí.
Obama quiere colocar a unos 100 detenidos yemeníes en programas de rehabilitación en territorio saudí.
Convencer a otros países de que acepten reclusos no está resultando fácil: Varios aliados europeos se han negado rotundamente o no se comprometen con una respuesta específica.
El mandatario también indicó que otros presos serían trasladados a prisiones de máxima seguridad en Estados Unidos, una idea a la que se oponen muchos congresistas.
En su discurso, Obama sostuvo que la existencia misma de la prisión en la base estadounidense en Cuba comprometía la seguridad nacional y le servía a al-Qaida como argumento para reclutar efectivos.
DICK CHENEY OFRECE LA RESPUESTA REPUBLICANA
En un discurso pronunciado después que Obama concluyó el suyo, el exvicepresidente Dick Cheney dijo que aunque el gobierno y la política han cambiado, las amenazas a Estados Unidos persisten.
Según señaló Cheney en un discurso en el American Enterprise Institute — un grupo de estudios conservador — el gobierno de Bush estuvo impulsado por la intención de asegurarse que los ataques del 11 de septiembre del 2001 “no fuesen el preludio para algo peor”.
También expresó que cuando Obama adopte pasos que él apoya, como aumentar la cifra de tropas en Afganistán o cancelar su plan de divulgar fotos de detenidos víctimas de malos tratos, él lo respaldará.
Obama “merece nuestro respaldo” por dos decisiones “sabias”: su manejo de la guerra en Afganistán y la decisión de intentar bloquear la divulgación de fotos de abusos a detenidos, dijo Cheney.
Pero el ex vicepresidente dijo que las acciones en Guantánamo del actual gobierno, así como otros.
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