El director del hospital Darío Contreras, Héctor Quezada, dijo que el personal suspendido fue el que actuó directamente en la dispensación y aplicación del medicamento, y que incluso los jefes de éstos fueron amonestados.
El problema se originó el pasado martes cuando alegadamente personal del hospital aplicó cloruro de potasio a niños que estaban internados, al confundirlo con agua destilada que se utiliza para disolver los medicamentos, luego que el producto fuera despachado por error de la farmacia.
El cloruro de potasio es un medicamento de uso en extremo delicado, indicado en pacientes que han perdido líquidos y sólo se debe aplicar por vía endovenosa. Cuando se usa intramuscular puede producir convulsiones y un paro cardiaco inmediato, entre otras complicaciones.
Minutos despues de que se le aplicara el medicamento, el niño Elizer Liriano comenzó a convulsionar, por lo que su madre, Eneida Liriano, fue inmediatamente a buscar una enfermera. Otros dos niños que estaban en el área de pediatría también sintieron efectos pero no entraron en crisis y se encuentran estables en salas normales luego de superar los efectos tras ser atendidos en cuidados intensivos.
Se informó que las enfermeras involucradas en la aplicación del fármaco tenían más de 15 años laborando en el hospital.
El Director del Hospital Darío Contreras indicó que el niño falleció el pasado martes a las 10:30 de la mañana y que a las 11:00 de la mañana se retiró todo el medicamento que estaba en bandeja.
Quezada dijo que hechos de esa naturaleza dejan lecciones que aprender y ponen claro que el personal vinculado a medicamentos tiene que leer todas las especificaciones de lo que van a aplicar
Al respecto, el subsecretario de Atención a las Personas, José Rodríguez Aybar, consideró que en el caso hubo error humano y negligencia, pero señaló que se está a la espera de los resultados de una investigación más profunda, luego de la cual, según dijo, se concluirá de manera definitiva con el caso.
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