El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Jaime David Fernández Mirabal, explicó ayer que en el presente mes dedicado al árbol ese ministerio pretende impulsar una serie de iniciativas orientadas a recuperar la cultura de revalorización del árbol como medio indispensable de vida. Para desarrollar esta filosofía de trabajo, donde la defensa del árbol es la principal protagonista, Fernández Mirabal anunció que la entidad que dirige ha identificado un conjunto de actividades que persiguen, fundamentalmente, impregnar en la población dominicana la idea de que sembrar un árbol es un gesto que debe ser asumido e imitado por toda la sociedad en su conjunto, y no solo por las instituciones involucradas con la preservación del medio ambiente y sus recursos.
De aquí parte la sugerencia defendida por Fernández Mirabal, de que es menester volver a las actividades tradicionales de reforestación, que por diferentes razones fueron abandonadas o echadas al olvido.
Recordó aquellos tiempos en que las escuelas y liceos llevaban a los estudiantes a las orillas de los ríos y desarrollaban largas jornadas de reforestación.
Dijo que este tipo de acciones es lo que quiere retomar.
“O, por ejemplo, que cada persona que cumple años, el día de su cumpleaños, siembre un árbol y así dice, bueno, éste lo sembré yo cuando cumplí diez años, y éste lo sembré cuando cumplí once o doce.
O éste lo sembré cuando cumplí 50 años. O sea, que la celebración de los cumpleaños sea también una fecha para valorar la riqueza de la naturaleza”, expuso.
Entrevistado por el director de El Caribe, Manuel A. Quiroz, el titular de Medio Ambiente recordó que mayo es el mes idóneo para iniciar una cruzada nacional a favor de la defensa del árbol, más aun porque recientemente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 22 de abril como el “Día Mundial de la Madre Tierra”.
“En un país pequeño como el nuestro, el mecanismo más expedito, para digamos mitigar los efectos del cambio climático es la cobertura forestal”, precisó el funcionario.
Otra forma de fomentar la reforestación a nivel nacional, propone Fernández Mirabal, es aprovechar las visitas de personas para invitarlos a sembrar un árbol en el patio de la casa, como símbolo de amistad.
Propone también que los ayuntamientos se incorporen a esta iniciativa, haciendo que cada vez que los pueblos reciban una visita distinguida lo hagan sembrar un árbol en cualquiera de sus parques municipales, “porque con eso se está sellando una amistad que tiene raíces”, observa.
Fernández Mirabal sostuvo que para definir las especies de los árboles que serían sembrados se ha determinado escoger aquellos tipos que se ajusten a la zona que será reforestada.
“Lo importante es sembrar árboles. Unos servirán para madera, otros para alimentos, pero que se den en la zona”, apunta.
Corredor biológico. En su comparecencia al almuerzo semanal de Multimedios del Caribe, Fernández Mirabal habló también de otro de los proyectos en que participa Medio Ambiente: el Corredor Biológico en el Caribe, que se produjo mediante un acuerdo firmado entre Haití, Cuba y República Dominicana.
Este corredor busca integrar toda la biodiversidad caribeña. Fernández Mirabal explica que dentro del mismo se ha incluido la Ruta del Almirante, que no es más que la idea de trazar una ruta por aquellas zonas marítimas navegadas por Cristóbal Colón, como Baracoa, en Cuba, San Nicolás, en Haití, la Isla Cabra de Montecristi y La Isabela.
“Entonces, nosotros estamos haciendo todos los contactos para que haya una ruta navegable en embarcaciones pequeñas, que vaya de La Isabela a Isla Cabra, de Isla Cabra a la Bahía de San Nicolás en Haití y de la Bahía San Nicolás vaya a Baracoa. De manera que turistas europeos que vayan a Cuba puedan embarcarse allá, venir a Haití y venir también a dos puntos de República Dominicana, o viceversa”, manifestó Fernández Mirabal.
Involucrar ayuntamientos en el desarrollo de áreas protegidas
Dentro de la carpeta de proyectos que busca ejecutar Medio Ambiente, entre los que se encuentra desarrollar y vender “el Morro de Montecristi” como un destino turístico, Fernández Mirabal no quiso dejar de lado las intenciones que tiene esa cartera de trabajar con los ayuntamientos, creando lo que denomina “parques ecológicos municipales”.
Explica que este proyecto consiste en convertir grandes áreas verdes en algo similar al Parque Botánico Nacional, con árboles de toda la biodiversidad y que sirva de material educativo y de esparcimiento para la familia.
“Cómo podemos, por ejemplo con Haina, lograr que una serie de humedales, que ahora mismo se ven amenazados porque están en riesgo de ser invadidos por rellenos, pudiéramos rescatarlos y convertirlos en áreas de pesca. Que lo disfruten las comunidades que están a su alrededor.
Son comunidades pobres, que están ahí, pero que pueden convertir ese espacio, en espacio de riqueza natural”, puntualiza Fernández Mirabal.
Sobre el “Morro de Montecristi”, el funcionario explicó que lo que se pretende es desarrollar las potencialidades de este lugar más allá de su condición de zona protegida.
Dijo que están trabajando con el ayuntamiento de Montecristi y otras instituciones de esta provincia, para expandir las ventajas que ofrece el Morro como plaza turística.
“Hay que recordar que Montecristi no solo tiene esa riqueza natural, sino también una riqueza histórica. Montecristi, por ejemplo, es de las provincias que conservan más casas antiguas, de una arquitectura extraordinaria”, observó.
El gran problema de los ruidos
Sobre el problema de la contaminación por ruidos, Fernández Mirabal dijo que “es importante que la ley sea más fuerte.
El problema es que uno a veces se cansa de ir a someter a la justicia (a los infractores) y a la larga terminan poniéndoles una multita, le devuelven los equipos y los negocios vuelven y los abren”.
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