domingo, 10 de mayo de 2009
Que lio jeje
Estas dos jóvenes mujeres observan el tono marrón en las aguas del mar Caribe, en la desembocadura del río Ozama por el Malecón de Santo Domingo, a causa del arrastre de tierra por las crecientes de ríos en la provincia de Santo Domingo y el Distrito Nacional. Es tierra que se va y no vuelve. Un proceso que llama a reforestar las cuencas de los ríos para defender la vida.
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